Balance del año político de MDyC
- MDyC Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía

- hace 1 día
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Si hacemos un balance del año político, creemos que, al igual que ocurre en la vida, es necesario ser realistas y poner todas las cartas sobre la mesa. No podemos obviar que hay muchas cuestiones que todavía pueden hacerse mejor y demasiados asuntos que siguen quedando en el tintero. Nuestra ciudad continúa marcada por enormes contrastes según la zona en la que se viva: la falta de vivienda, las dificultades de acceso al empleo, el estado de abandono de la sanidad, la precariedad laboral o la exclusión social siguen siendo realidades que afectan a demasiadas personas.
Y como queremos ser realistas, también tenemos que decir que aunque seguimos viendo el vaso todavía lejos de llenarse, con mucho margen por recorrer, también es justo reconocer que desde el MDyC hemos trabajado durante todo este año para intentar llenarlo en la medida de nuestras posibilidades. Nuestro compromiso es constante y firme. Como formación localista y como oposición constructiva, hemos tratado de aportar soluciones reales a través de propuestas, enmiendas, alegaciones, interpelaciones y distintas iniciativas.
A día de hoy, podemos afirmar con claridad que muchas de las grandes actuaciones que se están desarrollando en esta legislatura tienen su origen en propuestas del MDyC.
Por eso, cuando hablamos de oposición constructiva no lo hacemos como una etiqueta vacía de contenido, sino como el reflejo del trabajo que venimos realizando desde que tenemos representación en la Asamblea y que también ha quedado patente este año. Nuestro recorrido nos avala: hemos demostrado que sabemos aportar, que sabemos construir y que, cuando ha sido necesario denunciar situaciones ante los juzgados, también lo hemos hecho sin dudarlo.
Como ya hemos dicho, las aportaciones del MDyC están marcando algunos de los principales hitos de esta legislatura, especialmente en materia de vivienda y de transformación de las barriadas. Ahí están la rehabilitación de San José-Hadú, la remodelación de Príncipe Felipe y otras actuaciones en barrios más pequeños de nuestra ciudad que durante años han sido olvidados.
Este año, además, hemos conseguido sacar adelante un programa de ayudas para terapias de menores con TEA. Una vez consolidadas, como ya hicimos en su momento con el Cheque Libro y el Cheque ESO, nuestro objetivo ahora es trabajar para mejorar estas ayudas tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo y lograr que se extiendan también a menores con TDAH. Es un orgullo comprobar que medidas impulsadas desde nuestra formación se convierten en una realidad y contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas que conforman nuestra ciudad.
Desde el MDyC hemos demostrado que sabemos construir ciudad y que creemos en una Ceuta en la que la calidad de vida no dependa del barrio en el que se resida. Sin embargo, no podemos olvidar que no tenemos la capacidad directa de ejecutar estas políticas. El mejor ejemplo de ello es la construcción de vivienda. Desde el MDyC hemos logrado que los presupuestos municipales incluyeran una partida específica para este fin, pero los retrasos en la ejecución hacen que, a día de hoy, no se haya colocado ni un solo ladrillo. Esta situación impide que muchas personas puedan desarrollar su proyecto de vida en nuestra ciudad y no podemos permitirnos seguir acumulando retrasos.
El trabajo diario del MDyC está guiado por la cercanía con la gente, y eso no va a cambiar nunca. Cada queja que nos trasladan es una reivindicación que llevamos a las instituciones para buscar una solución. Nuestro compromiso es con las personas. Porque la gente lo que espera de sus representantes den respuesta a sus problemas cotidianos, y para nosotros la credibilidad política es fundamental, porque va directamente de la mano de la confianza de la ciudadanía.
Por eso vamos a seguir insistiendo en cada una de las reivindicaciones sociales, porque para eso nos han elegido. No vamos a parar hasta que se construya, se rehabilite y se regularice vivienda en nuestra ciudad, dando respuesta a una demanda social que hoy es urgente. Y no vamos a parar hasta que nuestras barriadas vuelvan a recuperar la vida que siempre han tenido.
De cara a 2026, nuestro deseo es claro: que quienes están bien sigan estándolo y que quienes están mal dejen de estarlo. Queremos que la lealtad institucional de la que presumen unos y otros, se traduzca en una lealtad real con la ciudadanía. Vamos a seguir trabajando para frenar el avance de la ultraderecha, defendiendo una ciudad más fuerte, justa, cohesionada y digna para todos.
¡Feliz Año Nuevo!







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