La preocupación social se hace patente, especialmente en el ámbito educativo, en un curso marcado por los cambios de la nueva ley educativa que próximamente será modificada si no repite el actual gobierno de la nación tras las próximas elecciones generales. Nueva selectividad, pruebas de madurez o título de bachiller con alguna asignatura suspensa son los cambios más controvertidos con los que lidiar a la espera de un pacto de estado. Mientras tanto, solo nos queda adaptarnos una y otra vez a los cambios que se van incorporando en nuestras aulas.
El último informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) destacaba que la comunidad con menor porcentaje de personas de 25 a 65 años con estudios terciarios es Ceuta con un 25% frente al 56% del País Vasco. Tal vez deberíamos preguntarnos qué está pasando, evaluar y tomar decisiones acordes a dicha evaluación. La orientación es la pieza clave del puzle, que actualmente se encuentra encaminada a la formación profesional. La falta de información deja actualmente a muchos y muchas estudiantes sin su verdadera vocación. La ampliación de la oferta educativa universitaria, así como de la FP son importantes cuestiones a tener en cuenta con el fin de mejorar la formación del alumnado ceutí.
Desde el MDyC queremos resaltar la necesidad de inversión, supervisión, evaluación y seguimiento de la delegación y la ciudad en el ámbito educativo. La incorporación de nuevos proyectos que se ajusten a las necesidades y demandas de una ciudad como la nuestra debe ser una prioridad. Los planes de empleo no pueden utilizarse para sustituir plazas estructurales y si pretenden ser un apoyo en dicho ámbito deben gestionarse con anterioridad para que al menos, se cuente con los trabajadores y trabajadoras seleccionados desde septiembre. Cabe destacar que el primer listado, dirigido al ámbito educativo, se utiliza entre otras cosas para parchear la falta de profesionales. Dicho listado ha puesto de manifiesto la falta de sensibilidad hacia el colectivo de técnicos y maestros/as de educación
infantil que han quedado excluidos de la misma, así como otras profesiones olvidadas.
Es perentorio que nuestro gran proyecto educativo priorice la contratación de personal formado y preparado para atender a las demandas de una sociedad que cuenta en sus aulas actualmente con jóvenes que desconocen el idioma, alumnado con necesidades educativas especiales y ratios muy elevadas. Un proyecto que también debe tener en cuenta al alumnado con altas capacidades y que elimine cualquier tipo de discriminación en las aulas.
Los menores no acompañados deben estar escolarizados, pero eso no significa que no necesiten apoyo educativo para lograr la inclusión. No facilitar la inserción lingüística para favorecer la integración en el sistema educativo supone condenarlos al fracaso y retrasar al resto, dificultando también la tarea de los y las docentes. Es imprescindible promover una atención específica con más medios y más profesorado.
El alumnado con necesidades educativas especiales en 2021 supuso en Ceuta un 5,3% del alumnado, casi el doble de la media nacional (2,8%). Desgraciadamente no vemos la batería de medidas que debería ir asociada a estos datos. Reducción de la ratio, docentes especializados y medidas adecuadas a las particularidades de nuestra ciudad, ya que compensar la desigualdad en educación es sin duda la mejor arma contra el fracaso escolar.
Debemos centrarnos en nuestros puntos fuertes y tener en cuenta que las tasas de empleo de los jóvenes aumentan a medida que aumenta su nivel de formación. También es interesante considerar que los titulados en educación superior en un campo STEM presentan tasas de empleo más altas que en el resto de áreas de conocimiento por lo que todas las medidas destinadas a fomentarlas deben ser bienvenidas.
Hoy día 6 de diciembre y en honor al XLIV Aniversario de nuestra
Constitución es cuanto menos oportuno hacer alusión al siguiente
artículo:
Artículo 27 de la Constitución Española:
1. Todos tienen el derecho a la educación. Se reconoce la
libertad de enseñanza.
2. La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la
personalidad humana en el respeto a los principios democráticos de
convivencia y a los derechos y libertades fundamentales.
Desde el Movimiento y ante la existencia de un gran desafío educativo consideramos que tenemos la obligación de tener en cuenta la inteligencia emocional, promover una educación inclusiva, fomentar el espíritu crítico y el carácter emprendedor, utilizar las nuevas tecnologías, acabar con la brecha digital, darle especial importancia a los valores, reformular la evaluación del alumnado y tener en cuenta que tal y como dice un proverbio africano, para educar a un niño o a una niña, hace falta la tribu entera, por lo que salvar la educación es
tarea de todas y todos.
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