Nadie debería tener que enfrentarse al cáncer de mama lejos de su hogar
- MDyC Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía
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Manifiesto del MDyC por el Día Mundial contra el Cáncer de Mama
Como cada 19 de octubre, se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer de Mama. Una efeméride que va mucho más allá de una fecha en el calendario o una campaña visual de color rosa. Es un llamamiento de todo lo que aún falta por hacer, de cada promesa, acuerdo o compromiso que no se ha cumplido y de cada paciente que continúa enfrentando esta enfermedad con una fortaleza admirable, aunque a veces sin los medios que merece.
En Ceuta, desgraciadamente, esa batalla se hace aún más difícil porque los pacientes oncológicos no cuentan con una Unidad de Radioterapia. Y eso significa que los ceutíes con cáncer, en este caso el de mama, deben abandonar sus casas, sus familias, sus puestos de trabajo y, en definitiva, su rutina, para poder recibir un tratamiento vital que debería estar disponible aquí, en su tierra. No se trata solo de kilómetros con un Estrecho de por medio, sino de la carga emocional, económica y física que implica tener que desplazarse para curarse y no precisamente en las mejores condiciones.
Ninguna mujer y ningún hombre deberían tener que enfrentarse al cáncer de mama lejos de su hogar. Ningún paciente oncológico en general debería tener que subirse a un barco o a un helicóptero para recibir un tratamiento que podría salvarle la vida. Porque lo que implica esa distancia duele tanto como la enfermedad. Y si no, que se lo pregunten a las personas que lo sufren y a los familiares que les acompañan.
Por eso, desde el MDyC seguimos reclamando lo que es justo y lo que es justicia: que se implante de una vez por todas la Unidad de Radioterapia en nuestra ciudad. Porque hay una partida presupuestaria anual por 350.000 euros y hay un Hospital Universitario con espacio suficiente para la aparatología. Solo falta lo esencial: la voluntad para hacerlo posible. Y llevamos años insistiendo en ello porque la salud no puede depender de un criterio de rentabilidad, ni de una decisión burocrática. La salud, cuando está en juego la vida, no tiene precio, tiene valor.
También consideramos que el compromiso político no puede limitarse a gestos o mensajes de apoyo cada mes de octubre. Hace falta acción, inversión y mucha, mucha investigación. Y en este aspecto, faltan palabras para agradecer la encomiable labor que realizan aquellas personas que se encuentran detrás de entidades como la Asociación Española Contra el Cáncer de Ceuta o la Asociación Ceutí de Mujeres Mastectomizadas.
El rosa debe ser más que un color. Debe ser la promesa, el acuerdo y el compromiso cumplidos para que nadie quede atrás, para que la atención médica llegue a todos los rincones, para que el sistema sanitario sea igual para todos, vivan donde vivan.
Porque el cáncer de mama no entiende de fronteras, pero esa frontera, las pacientes ceutíes sí que la padecen. Y mientras esa desigualdad exista, seguiremos recordándolo alto y claro: en Ceuta seguimos sin Unidad de Radioterapia y la salud no puede seguir esperando.
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